Flores para los Bee Gees

Mis flores favoritas, son de la Colonia Tovar, para uno de los grandes entre mis músicos favoritos, entre ellos los Bee Gees. Compañeros en la tristeza, o en las alegrias también, las canciones de los Bee Gees, esas melodías que al escucharlas cada vez dibujan recuerdos hermosos de lo que fue y de lo que no pudo ser también, pero muy especialmente, lo que cada una nos hace sentir por ella misma.

Lástima que no todos sus integrantes están todos vivos, solamente Barry Gibb, cuyos hermanos menores, los tres, tristemente murieron. Andy en el año 1988, apenas tenía 30 años, le dió algo en el corazón y dejó bellas canciones en su carrera en solitario, después en 2003 murió Maurice a los 53, y en el 2012, Robin, con 62 años y ese cáncer que lo consumió. Multinstrumentalistas en esencia, y por cierto eran morochos, estos dos últimos, con ese tono de falsete tan propio y nasal inconfundible en las baladas.

Barry al igual que Paul McCartney son para mi los grandes compositores en la historia de la música pop melódica,  y en parte, de la influencia disco de los años 70 también.  Sus voces en las piezas musicales interpretadas son como si fuera un coro de ángeles cantando, no hay una letra que no conmueva y nunca  relleno de un álbum.  

Cuanto lamento que no están todos, inmortales sus cantos a la melancolía, al romanticismo, el tono catchy. Honor a Barry, que Dios le de mucha vida, y esa deuda en nuestras vidas con ellos capaces de ahondar sentimientos sin lo cual vivir sería insoportable.


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