¿Por qué estremece la música de Bee Gees?
¿Por qué estremece la música de Bee Gees? ¿Por qué una canción puede hacer llorar?
Serie de reportajes. Título CVIII (Capítulo 108)
Por Martha Colmenares
(My research work on The Bee Gees. The Bee Gees's track record)
Copyright © 2021
september 2021
Introito
La razón principal del arte de la música es provocar emociones así que el nudo en la garganta que pueda hacer sentir al escucharla no es motivo para sorprendernos. Al tratarse de un mundo de complejidades armoniosas, saludable remontarnos a la lejanía en el tiempo, quizás áreas más profundas, unas primeras evocaciones las podemos encontrar en la experiencia existencial de la catarsis aristotélica como el efecto purificador y liberador que provocaba la tragedia griega en los espectadores, creo que algo de eso hay. Para hacer concluyentes algunas inquietudes a modo general y visto desde las sensaciones causadas por esas melodías que estremecen el espíritu, concretamente el tópico se orienta a la banda británica The Bee Gees, ejemplo vivencial en mi caso muy particular, por ejemplo. Vamos pues a satisfacer la interrogante, a conducirnos hacia una mayor claridad de las motivaciones para entender las razones de esas lágrimas que brotan ante una canción que es de nuestro agrado. Si no es así para unos no ha pasado nada.
The Bee Gees en las Residencias Celestiales o Santas Moradas
En cuanto a mi experiencia es un asunto que viene de años, por las asociaciones que se establecen, con determinadas canciones y un poco más allá, con grupos específicos se va directamente a recuerdos, me pasa mayormente con la agrupación británica The Beatles, circunstancias pasadas en una especie de contradicción dado el hecho de haber sido espacios felices. Entonces me encuentro en aquella noche meteórica con sino, o aparece un amor del mocerío y hasta aquel que nunca supo que lo amé. Viene a penetrar mis pupilas lejanas otro, tampoco es rara la reminiscencia de la fiesta aquella que fue la mejor de mi vida. La evocación es el común denominador, tomándose en cuenta, dada mi experiencia, que no siempre. Todo lo contrario, en otros casos, no ocurre, y exactamente cuando escucho a The Bee Gees, la extrañeza sale a relucir, sin echar la vista atrás, no existen tales asociaciones que es ese común denominador en la experiencia diagnóstica; por el contrario, se potencia mi sensibilidad de forma agradable con sólo su música, aquí si no se asoman insinuaciones, ni evocaciones, ni remembranzas, ninguna imagen sobresale, es puro placer musical en una elevación a estados de ensoñación incondicional en un lugar sin pensamientos, en algo así como lo que Buda llamó Residencias Celestiales o Santas Moradas, donde me siento acompañada por la tristeza de lo bello, sensación de desprendimiento, de sólo sonidos, independientemente de la letra de la canción, mientras mis lágrimas se desbordan sin detenerse, a veces invade el sentimiento de pérdida que termina por doler.
Es la presencia en sí, la figura, la morfología de ese o esos que emiten los sonidos lo que me cautiva la imaginación. Sus melodías al paso de los años -desde que los conocí, cuando escuché por primera vez ‘’Massachusetts’’-, no dejaron de gustarme, y esa respuesta del estado de ánimo es invariable. Que grande son The Bee Gees, que fortuna tuve de estar presente cuando ellos estaban y llegaron a mi vida, pero qué locura ha sido aquello en lo adelante que no se ha detenido. Llegó ‘’Children of the World’’, pero es que no tiene un solo tema que cause indiferencia. Año 1976, mes de septiembre, dominó las ondas de radio con su sencillo, "You Should be Dancing’’, que muy de acuerdo, mejor no lo pudo haber dicho Bruce Elder de Allmusic al catalogarlo como uno de los "álbumes más divertidos y alegres de la historia del grupo", en Europa se escuchaba a los años siguientes entre los grandes de las discotecas, lo recuerdo porque yo estaba en Europa por esa época, ''auténtico clásico dance pop''.
Aclaro algo, que es reiterativo en mi, sentir cierto resquemor cuando me encuentro en la página de los Bee Gees, errores como el que anexo, no me cansaré de decir que no tuvo ningún sentido eliminar una página más próxima al tiempo real que ya luego pasados los años, quien quiera lo haya cometido -digo el error-, pues desmerita cualquier esfuerzo. No termina de satisfacerme la web nueva. Aquí al pulsar, lo mostrado en la imagen. Retomando el tema, esa locura que me ha acompañado a partir del ''Children...''. Resulta paradigmático la abstracción de la misma identidad, que pueda volar mi subconsciente a otros planos, a una introspección absoluta, de experimentación de un estado afectivo placentero.
El sentido de la música. ¿Por qué el llanto al escuchar una canción?
Ante esto, es la intención de indagar algo más para entender el significado de estas reacciones, al fenómeno la filosofía no es que le haya dado la verdadera importancia, asunto de hombres y mujeres, lo he intercambiado con amistades, siempre habrá quienes le han dedicado empeño, la intención pues, abordar el por qué en otros o en tantos ese mismo sentir. Se puede explicar de diversas maneras, por cierto neuroticismo del momento cuando la traslación es ingrata, o por la euforia si acaso es demasiado grata, o porque lo recordado duele, o por aturdimiento o por sufrimiento caso de las pérdidas, que las personas estén fallecidas o en la versión contrastante del gozo inconsciente que produce la melodía el elemento de la concentración en ella misma la mente se abstrae por estados deliciosos y melancólicos.
Según un estudio publicado en el Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI), dependencia del gobierno de Estados Unidos, el "arte triste permite que nos pongamos en contacto con nuestras emociones negativas para liberarlas", al aceptar las emociones negativas puede estar asociado con resultados positivos, concluye el estudio.
Immanuel Kant
Al respecto, la melancolía de especial atención para el prusiano Immanuel Kant, de todos los filósofos se puede decir, en su libro ‘Observaciones acerca del sentimiento de lo bello y lo sublime’, le confiere su valor al problema de la melancolía y lo sublime en los márgenes del acontecimiento contemporáneo del arte. Asimismo, describe la naturaleza del sentimiento de lo bello y lo sublime, y manifiesta las diferencias entre el goce por el sentimiento de lo bello y el goce por el sentimiento de lo sublime (1).
En otra lectura interesante se estableció que la canción favorita activa un patrón de actividad en la “red neuronal por defecto”, asociado con procesos en los que dejamos volar nuestra imaginación, o cada vez que nos conectamos con nosotros mismos (2). Lo cual es de apreciar en esa necesidad existencial del por qué nos pasa. Tampoco de extrañar que los mismos intérpretes lloran al cantar, hasta entrevistadores famosos son susceptibles de humedecer sus ojos, o aquello de ponerse la piel de gallina, pudimos ver emocionada en su programa a la mismísima Oprah Winfrey cuando presentó a los Bee Gees y cantaron "To Love Somebody" en el show que tuvo por largo tiempo en la cadena ABC desde Chicago.
Un pensamiento relevante conduce a León Tolstoy, el escritor ruso para quien la música formaba parte de su vida diaria y dijo: ‘’La música es la taquigrafía de la emoción’’. Con su rechazo a la ópera y todo, así como denunció la sensualidad que se puede confundir con el amor también exaltó las seducciones de la música plasmado en su obra escrita 'La sonata Kreutzer' (1889), una referencia a la Sonata para violín y piano de Beethoven, op.47, de 1803. Natural, si ‘’La música es una sucesión de señales acústicas que nuestros oídos recogen, envían al cerebro, donde se decodifican y se les da un sentido y un significado’’, dice la autora Cristina Sáez (3), autoridad relevante en el Periodismo reflexivo sobre ciencia, arte, tecnología y pensamiento. Un hecho, lo que tratamos en este capítulo:
‘’No lo podemos remediar. Sin darnos cuenta, comienza a sonar una canción y el pie se nos va; canturreamos estribillos; esbozamos una sonrisa cuando oímos el tema con el que nos dimos el primer beso; si estamos tristes, nos ponemos una balada una y otra vez, y nos sumimos más en nuestra miseria. Y, en cambio, saltamos y bailamos a ritmos de melodías marchosas ante una buena noticia’’.
En el libro ‘’De la percepción al placer: la música y sus sustratos neuronales’’, autoría de Robert Zatorre, el neurocientífico argentino radicado en Canadá, en sus recientes investigaciones mostró que las respuestas sensitivas fuertes a la música liberan dopamina en el núcleo accumbens del cerebro (viene a ser la región de nuestro cerebro que se encarga de clasificar las sensaciones que percibimos), al que se le atribuye una función importante en el placer.
Otro reconocido especialista, el profesor John Sloboda, de la Universidad de Keele (Inglaterra), llevó a cabo un experimento con 83 personas haciéndoles escuchar pasajes musicales y preguntándoles sobre sus emociones. Alguna razón tiene que haber que nos cause ese desgarro romántico, se puede calificar el término así, y a su vez de plenitud. Pues bien, el resultado y de veras entendible a rasgos generales según mi punto de vista se refiere en estos términos:
‘’quiere decir que la música es percibida por el cerebro como una recompensa, a pesar de no ser una necesidad biológica, y ahí reside precisamente su magia porque, además, tiene otros efectos corporales como la mejora del ritmo cardíaco, de la respiración o la temperatura. Por otro lado, tiene relación con la psiquis humana y los recuerdos que almacenamos en nuestra mente por años de años, tanto así que una melodía devuelve emociones pasadas y trae de vuelta en apenas unos segundos a un primer amor, las fiestas de la adolescencia o la primera vez que nos rompieron el corazón’’.
Si tal fue la violencia del fenómeno racista Disco Demolition Night, a finales de los 70s al punto que a The Bee Gees les tocó evitar cualquier conexión relacionada al estilo que les había ensalzado a raíz de canciones del talante de "Stayin' Alive"; de la misma manera, poco después se impuso una fiebre favorable al ritmo disco, lo natural si la música nació para ser amada inconcebible lo contrario, ''y lo mejor es que el legado de aquellos años sigue sonando tan lozano como entonces''. Escucharla por ejemplo, aún provoca emociones placenteras en su mezcla de armonías y bellas tesituras orquestales. Ahora, lo sorprendente de "Stayin' Alive" va más allá: se ha descubierto que ni más ni menos, ''el ritmo de esta canción es una orientación ideal para realizar la maniobra de resucitación cardiopulmonar a una persona que ha entrado en parada cardiaca''. Impensable que la canción llegaría y nada menos que a niveles científicos. Quién se lo hubiera dicho a Bee Gees. Quién se lo hubiera dicho a Travolta. Música para bailar y también para vivir. De ahí, les recomiendo la lectura.
domingo, 2 de junio de 2019
El ''Salvavidas'' de The Bee Gees
https://blogdemarthacolmenares.blogspot.com/2019/06/el-salva-vidas-de-bee-gees.html
La música se ha desarrollado a partir del balbuceo infantil. Entre los dos años y los dos años y medio, los niños y niñas aprenden y aprecian canciones cantadas por otras personas. Géza Révesz, el psicólogo y musicólogo húngaro, cree; sin embargo, que el balbuceo ya está condicionado por las canciones que recibe el niño de su entorno y por la música a la que está expuesto. La persona que más música escucha es la que siente más impulso de cantar, puesto que lo que escucha estimula y moviliza nuestra sensibilidad perceptiva y emocional y el canto puede ser eficaz al margen de si tienen o no significado las palabras.
La sincronicidad y las coincidencias en esta búsqueda de explicaciones
De notar para mi el elemento de la sincronicidad y las coincidencias, en esta búsqueda de explicaciones ya en parte se calma la intriga, porque en la composición y la interpretación musical tiene que ver incluso la herencia genética y, por tanto, estar presentes en casi todos los seres humanos. Estamos hablando de los Bee Gees. Versado en los estudios sobre los niños prodigio, el trabajo de Révész sobre la psicología de la música sigue siendo relevante en la actualidad al referirse a la creatividad el hecho de dejar una marca personal, caso de los hermanos Barry, Robin y Maurice Gibb en el campo musical.
Me da para entender lo de estos niños que por el hecho de haber escuchado mucha música desde que tomaban el biberón, de ahí ese impulso natural de cantar, la señora Bárbara les cantaba mientras planchaba, es algo que Barry Gibb siempre ha recordado. Son flashes imborrables a pesar de la corta edad, al mantener la imagen de su mamá, una madre dedicada por completo a sus niños, cuando mientras les planchaba la ropa solía canturrear aquellas piezas del momento en boga como ''Answer me'':
Answer me oh my love/ just what sin have I been guilty of/ tell me how I came to lose your love/ Please answer me my love...
o ''Yours'', o el ''You´ll never know'',
You'll never know just how much I miss you/ You'll never know just how much I care/ And if I tried, I still couldn't hide my love for you… Canciones que al cabo del tiempo Barry interpretaría en las celebraciones privadas junto a los suyos en el hogar.
El escuchar ese ambiente además de los discos del padre el señor Hugh Gibb, y los de la hermana Lesley. El hecho de ser un músico el señor Gibb. Está el caso relativo al pop, el género desde donde se desprende ese arquetipo sonido Bee Gees en su reunión de estilos o géneros que así como el canto de los pájaros es difícil de igualar. Lo cual no resulta casual.
Con todo lo que conlleva el riesgo en los niños de la inteligencia, basándonos en las palabras de la reconocida psicóloga y profesora en el Boston College, Ellen Winner quien ha dicho que ''mediante la perfección técnica el niño prodigio se gana la admiración del público, pero si no logra ir más allá, se hunde en el olvido'', un encantamiento generado a través del transcurrir de tantos años, una carrera que comenzó desde el nacimiento se puede decir, Barry en el 1946 y los gemelos en el 49, estarían a día de hoy por cumplir el próximo 22 de diciembre 2021, la edad de 72 años, donde las plumas más calificadas se han hecho eco para desplegarse en alabanzas al grupo, al film, a las canciones. Canciones perdurables en el tiempo.
‘’For Whom The Bell Tolls’’
De observar, otro punto de vista, es la reacción del individuo ante el sonido musical que no está mediada por la conciencia, precisa asumirlo como absolutamente comprensible por no llamarlo cierto. Lo he sacado a relucir por la existencia de una canción, específicamente, me gustaría referirme a ella, ‘’For Whom The Bell Tolls’’ de Bee Gees, segundo sencillo de su álbum ''Size Isn't Everything'' del año 1993, con el logro de alcanzar un cuarto lugar en las listas del Reino Unido. Tengo que decir que la música más su contenido lírico sin atender lo que dice sino el hecho de girar palabras (un ludus del sentir) pueden convertirse en recursos excelentes para entender y discutir conceptos de psicología profunda. Escucho la versión grabada en New York City, la ciudad de mis sueños, de mis delirios, de los amores sin retorno, no es pura casualidad, en eso soy muy junguiana, cantan los Bee Gees allí, en ese mismo paseo que alguna vez estuve, y mi piel que se comienza a sensibilizar con las voces, con mis ojos posesionados en cada uno de ellos, Barry, Robin y Maurice, más la presencia del guitarrista Alex Kendall. Las interpretaciones de cada uno son hermosas. En cierta forma la sincronización no es casual al permitir esa ilusión de magia en el oyente. Lo digo, por la cierta influencia o coincidencia del término arquetipo, en sus diversas acepciones, y sin descontextualizar, pudiera haber algo del inagotable conocimiento planteado por el psicólogo suizo Carl Gustav Jung.
Sin asociaciones para mi melancolía, melancolía al estilo de lo dicho por Victor Hugo que ''la melancolía es la felicidad de estar triste'' (4). Las leyendas nunca mueren, siempre están contigo cuando las necesitas, y así, la canción ‘’For Whom The Bell Tolls’’ es un global de mis tristezas, mis soledades, de mis faltas y la mente sin imaginación explora fantasías que después ni recordamos, es sólo la canción entrando con su vibrar. Les dejo esta canción, hermosa, y mi escrito sobre ella (en notas). Agradecida de Dios que me ha permitido llevar a cabo estas líneas que llenan mi existir, que son la ilusión de mi despertar y el motivo de los desvelos, esa constante coincidencia tiene algo singular.
De George Balan (Musicosophia) a Carl Gustav Jung
Estoy a lo largo de una gran balada, pero es que bien pudiera ser alguna de las otras. Precisamente, esas casualidades inexplicables que te encuentras en ocasiones, que los fans sienten lo mismo, o sin ser fan, no son tan inexplicables después de todo, es lo que se llama sincronicidad: la ciencia de las coincidencias. Es tal lo que se siente que no alcanza a llegarnos del todo de manera consciente, pero que explica nuestras vivencias personales con la música, tratándose de Bee Gees, esa interacción coincidente de manera extraña. Pasa con exponentes de un género experimental, o en el mundo del cine, del arte. No es coincidencia, llamativo para mi, en esto de ese abordaje tan pleno de los Bee Gees a una musicalización cada vez más subyugante.
Fijémonos en la portada del disco de los de Liverpool, ''Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band'', diseñada por el artista pop Peter Blake incluyó una fotografía de los cuatro Beatles con celebridades, entre ellas, Edgar Allan Poe, Aleister Crowley, Bob Dylan, Oscar Wilde, Marilyn Monroe, Marlon Brando, no recuerdo quien más, son una cantidad (en anexo la lista de todos), y Carl Gustav Jung en el medio entre Poe y W.C. Fields. Significados, casualidades de todo hay. A saber, no tengo conocimiento pero hubiese sido bueno tenerlo respecto a Maurice Gibb, si conoció sobre el papel de este experto en la psicología profunda que al recomendar la 'espiritualidad' como una cura para el alcoholismo se le atribuye tener un rol indirecto en la fundación de Alcohólicos Anónimos. Suponemos, que la espiritualidad fue esencial en Maurice, un hombre noble, generoso, abierto, y sobre todo ejemplar, esa cátedra de sus experiencias expuestas para ayudar a otros a no caer en lo mismo que él, es verdaderamente loable.
El elemento de la sincronicidad y las coincidencias, ese concepto que asimismo trasciende lo subjetivo y se ubica del lado de lo colectivo en vías de la evolución que se da en los Bee Gees, desde todo punto de vista, fabuloso, no fue fortuito. Faltaría el quehacer, está pongamos por caso, lo que para muchos es simple ruido, o hasta lo de ''veneno para el alma'', en relación a la noción del pop, corresponde a la manera de pensar del musicólogo y filósofo alemán de origen rumano George Balan, fundador de la escuela Internacional Musicosophia. Este principio que a través de la escucha consciente de la música se puede lograr influenciar de forma positiva sobre las personas, pero que de plano rechaza las tendencias de música no clásicas, me parece un perfecto modelo para llegar al contraste de dos versiones de una misma canción o ritmo, inclusive un mismo género en manos de artistas distintos. Cuando interpretan los otros las melodías de Bee Gees, y es cuestión bastante personal mi apreciación, a veces las diferencias pueden ser siderales, o puede que no tanto, a dónde quiero llegar es a la consideración de ser único, no hay ni habrá dos versiones iguales que logren penetrar la esencialidad del oyente, algo que supieron hacer muy bien The Bee Gees. Capacidad de hacer inigualable esa versión de su canción o de su sonido, y tampoco es un albur. Por otro lado, por aquello de las copias burdas, o la música que no se acopla entendible la consideración del rumano, independientemente de su opinión sobre el pop.
Muy en boga ante una concepción refinada musical el psicólogo suizo Carl Gustav Jung, de inagotable conocimiento al tratar la sincronicidad y las coincidencias, desde las cuales se pudieran dar respuestas principalmente al tratarse de los distintos estilos de música. Hay en su haber, digamos Influenciados, en el mundo del cine, del arte o por nombrar algunas celebridades de la interpretación vocal, David Bowie, Peter Gabriel. En el caso de la portada del álbum de The Police, ''Synchronicity'', denominado así en referencia a esta teoría, se ve a Sting leyendo un libro titulado Sincronicidad. Sting mismo declara haber estudiado psicología junguiana, exponentes de la música experimental atrayente de por sí, su calidad siempre ascendente.
Lo profundo del inconsciente colectivo y la música como técnica terapéutica alternativa, entre todo ese vasto exponencial; en fin, hay para relacionar lo cual no significa que sí, que tiene que ver con Bee Gees. Pues no, no se les va a poner la etiqueta de este discípulo de Freud que posteriormente discrepa con él. El ritmo Bee Gees es dinámico para encontrar su definición, al ser único, es de una reveladora complejidad.
Lograr en breve tiempo, apenas momentos, la creación de una canción
Sin objetar que Barry, Robin y Maurice Gibb al momento de componer dejaron ir su lado inconsciente y la expresión de los instintos, sin reprimirlos por miedo o temor. A mi entender es la explicación para lograr en breve tiempo, apenas momentos, la creación de una canción. Por eso la pureza, ampliamente en el panegírico que me emocionó escribir ''Bee Gees clave ''For Whom the Bell Tolls'' (5). Cierto decir, una melodía de las escogidas para el Bee Gees Documental ''How Can You Mend a Broken Heart' (no se queda tampoco sin su apología)'; y de otras piezas, por eso el no ser copia de catálogos se explica que Barry Gibb lo sabemos por una entrevista del año 2014, tras mencionar lo de tener una grabadora en su mesita al lado de su cama en caso de que se le ocurra una idea en medio de la noche. "Tengo pedazos de papel con canciones en toda la casa", dice Gibb. "Simplemente se sientan y me guiñan cada vez que voy". Llegar a los estudios la canción estaba hecha ya, la elevación de la creatividad sin más, les venía, no la hacían. El hermano menor, Andy Gibb, lo contaba en entrevistas, le impresionaba el breve tiempo tomado por Barry para componer un éxito.
Se trasladan mis recuerdos de sus primeras canciones en las sesiones del estudio, surgían melodías, piezas de música improvisadas días antes donde se reunían o si vivían juntos, con una facilidad pasmosa y lo disfrutaban. Enfático en todo momento lo hizo valer Robin, cuando la revista semanal 'Disc & Music Echo' publicó que existían sospechas de que ‘’New York Mining Disaster 1941’’ la hubiesen escrito los Beatles. Contestó que llevaban escribiendo canciones desde los diez años, mucho antes de que los Beatles se subieron por primera vez a un escenario.
‘’Solemos estar atraídos y eclipsados por la imagen pero a veces la música es lo que realmente le da un sentido y una intención a la comunicación’’ (6).
El pensamiento proviene de una presentación bajo el título ‘Music. For the Jung at heart. The hero and the outlaw: archetypes, audio and advertising’, básicamente lo planteado está basado en los arquetipos desarrollados por Carl Jung para considerar su rol en la música. Los expositores, Steve Keller, CEO de iV Group, una compañía de audio branding, y de su socio Uli Reese. Steve y Uli demostraron que al quitarle el sonido a un comercial donde ellos intervinieron en la música les resultó una experiencia muy fuerte darse cuenta cuánto impacta la música en un mensaje.
¿Por qué estremece la música de Bee Gees?
Algo deja la explicación del doctor Douglas Fields en 'Psychology Today' en razón de afirmar que las emociones humanas son demasiado complejas para poder atenerse a un estricto estudio, pues es posible sentir tristeza y asombro a la vez, si tiene alguna consideración concluyente de valor, y es el hecho de que es probable que ante determinado tema musical la próxima vez que se escuche y pone como ejemplo a ''Somewhere Over the Rainbow'' al oyente le den ganas de derramar algunas lágrimas, y a su vez sienta el preguntarse ‘’cuál es el sentimiento predominante que me embarga en estos momentos’’. Elocuente la respuesta, pareciera lo obvio, acercamiento a satisfacer el por qué. En el decir de Platón: “El entrenamiento musical es un instrumento más potente que cualquier otro porque el ritmo y la armonía encuentran su camino en los más profundo del alma”.
Si alguna vez has derramado una lágrima al oír tu canción favorita, no estás solo. Es muy común (7), una conclusión sin distingos. Sin distingos ocurre, así pues, los famosos hacen llorar con sus interpretaciones, asimismo hemos visto que el alcance da para atrapar al jurado de reconocidos concursos musicales televisivos, muy famosas aquellas reacciones en el Britain's Got Talent cuando ganó Paul Potts, y pare de contar.
A la pregunta de alguien sobre cuál sería la canción que más me hace llorar, cómo también podría hacerse cuál es la que más alegría te produce, haría la acotación que depende del momento, de mi estado de aislamiento y gracia, de ese estar en las Residencias Celestiales o Santas Moradas. Viene a ser lo mismo si me llegaran a preguntar sobre mi canción favorita de The Bee Gees, sus canciones son asunto de puro sentimiento sin asociaciones. Tan fácil como responder que no sé, porque las melodías de The Bee Gees tienen una fascinación independiente una de la otra, es un asunto de conectarme -particularmente-, con un sentimiento melancólico por algo perdido que todavía me resisto a aceptar. Prevalece si, de ahí que mi reencontrarme con The Bee Gees, sus canciones, al escucharlas me provocan un sentir calmo asociado al deleite de un hallazgo, una especie de serendipity. Los Bee Gees sin duda ninguna se han ganado un lugar dentro de los grupos que han influenciado a generaciones de músicos, a generaciones de audiencias que escuchan sus melodías, que continúan en la radio, están en los repertorios de los selectores musicales, la gente las tararea o las baila, causan éxtasis, delirio, acaso lo de Glastonbury 2017 con Barry Gibb, una locura la euforia del público sin olvidarnos de la seguridad del evento que siguió con sus pasos el ritmo de la música, un ejemplo. Quizá sin ellos no podríamos concebir el toque de calidad que le imprimieron a los diferentes géneros por los que experimentaron, esa variedad que hizo ecléctico su estilo musical, desde el beat inglés, pasando por el soul y demás subgéneros hasta el dance pop. Su individualidad en especial esconde un elemento innovador que al descubrirse cautiva. Razones para estremecer cuando cantan, para producir una melancolía con cierta lágrima o deleitar y para considerar que son los número uno. Emociones, euforia, delirios... eso nos causan The Bee Gees.
Detrás de una lágrima hay más de lo que sospechamos...
Thanks for reading
Por Martha Colmenares
Copyright © 2021
september 2021
My point of view in this history about The Bee Gees written by me from my heart.
Mi punto de vista en esta historia escrita por mi desde el corazón.
Twitter: @marthacolmenare
Instagram: @marthacolmenares
Facebook Pagina Martha Colmenares
Capítulo anterior
lunes, 23 de agosto de 2021
The Bee Gees en la época de la psicodelia
https://blogdemarthacolmenares.blogspot.com/2021/08/the-bee-gees-en-la-epoca-de-la.html
Notas complementarias y referencias
(a modo de ampliar la información, citar fuentes o mostrar trabajos y opiniones de interés que aporten a la investigación a fin de darle la mayor relevancia a la gloriosa trayectoria de The Bee Gees)
1
“La experiencia de lo sublime y la melancolía en Kant”
La experiencia de lo sublime y la melancolía en Kant
Víctor Gerardo Rivas López
Israel García Platas
pag 73
https://lafuente.buap.mx/libro-4-texto-4
2
La vida seguirá estando marcada por momentos que nos hagan derramar más de una lágrima.
1 diciembre, 2017
http://www.upsocl.com/branded/por-que-podemos-llorar-al-escuchar-una-cancion/
3
‘Música para las neuronas’
Cristina Sáez
18 de diciembre 2010
https://www.lavanguardia.com/musica/20101218/54090264282/musica-para-las-neuronas.html
4
lunes, 14 de diciembre de 2020
Bee Gees clave ''For Whom the Bell Tolls''
https://blogdemarthacolmenares.blogspot.com/2020/12/bee-gees-clave-for-whom-bell-tolls.html
4
A continuación el esquema completo de de la imagen.
1. Sri Yukteswar Gigi (guru)
2. Aleister Crowley (dabbler in sex, drugs and magic)
3. Mae West (actress)
4. Lenny Bruce (comic)
5. Karlheinz Stockhausen (composer)
6. W.C. Fields (comic)
7. Carl Gustav Jung (psychologist)
8. Edgar Allen Poe (writer)
9. Fred Astaire (actor)
10. Richard Merkin (artist)
11. The Varga Girl (by artist Alberto Vargas)
12. *Leo Gorcey (Painted out because he requested a fee)
13. Huntz Hall (actor one of the Bowery Boys)
14. Simon Rodia (creator of Watts Towers)
15. Bob Dylan (musician)
16. Aubrey Beardsley (illustrator)
17. Sir Robert Peel (politician)
18. Aldous Huxley (writer)
19. Dylan Thomas (poet)
20. Terry Southern (writer)
21. Dion (di Mucci)(singer)
22. Tony Curtiss (actor)
23. Wallace Berman (artist)
24. Tommy Handley (comic)
25. Marilyn Monroe (actress)
26. William Burroughs (writer)
27. Sri Mahavatara Babaji(guru)
28. Stan Laurel (comic)
29. Richard Lindner (artist)
30. Oliver Hardy (comic)
31. Karl Marx (philosopher/socialist)
32. H.G. Wells (writer)
33. Sri Paramahansa Yogananda (guru)
34. Anonymous (wax hairdresser's dummy)
35. Stuart Sutcliffe (artist/former Beatle)
36. Anonymous (wax hairdresser's dummy)
37. Max Miller (comic)
38. The Pretty Girl (by artist George Petty)
39. Marlon Brando (actor)
40. Tom Mix (actor)
41. Oscar Wilde (writer)
42. Tyrone Power (actor)
43. Larry Bell (artist)
44. Dr. David Livingston (missionary/explorer)
45. Johnny Weissmuller (swimmer/actor)
46. Stephen Crane (writer)
47. Issy Bonn (comic)
48. George Bernard Shaw (writer)
49. H.C. Westermann (sculptor)
50. Albert Stubbins (soccer player)
51. Sri lahiri Mahasaya (guru)
52. Lewis Carrol (writer)
53. T.E. Lawrence (soldier, aka Lawrence of Arabia)
54. Sonny Liston (boxer)
55. The Pretty Girl (by artist George Petty)
56. Wax model of George Harrison
57. Wax model of John Lennon
58. Shirley Temple (child actress)
59. Wax model of Ringo Starr
60. Wax model of Paul McCartney
61. Albert Einstein (physicist)
62. John Lennnon, holding a french horn
63. Ringo Starr, holding a trumpet
64. Paul McCartney, holding a cor anglais
65. George Harrison, holding a flute
66. Bobby Breen (singer)
67. Marlene Dietrich (actress)
68. Mohandas Ghandi (painted out at the request of EMI)
69. Legionaire from the order of the Buffalos
70. Diana Dors (actress)
71. Shirley Temple (child actress)
72. Cloth grandmother-figure by Jann Haworth
73. Cloth figure of Shirley Temple by Haworth
74. Mexican candlestick
75. Television set
76. Stone figure of girl
77. Stone figure
78. Statue from John Lennon's house
79. Trophy
80. Four-armed Indian Doll
81. Drum skin, designed by Joe Ephgrave
82. Hookah (water tobacco-pipe)
83. Velvet snake
84. Japanese stone figure
85. Stone figure of Snow White
86. Garden gnome
87. Tuba
5
lunes, 14 de diciembre de 2020
Bee Gees clave ''For Whom the Bell Tolls''
https://blogdemarthacolmenares.blogspot.com/2020/12/bee-gees-clave-for-whom-bell-tolls.html
6
Los Arquetipos y La Música En #CANNESLIONS
Por Alicia Vidal (desde Cannes)
7
La importancia de tu personalidad cuando lloras escuchando música
Alicia Vidal
Por A. N.
26 de junio de 2020
Los demás capítulos de The Bee Gees en este mismo blog Aquí
Copyright © 2021
By Martha Colmenares
september 2021
© Sin fines comerciales
Comentarios
Yo también lloro con ellos hasta el dolor pero también me llenan de energía y logran hacerme sentir única en otros momentos. Todo eso sin entender inglés, qué te parece.