“Mariofanía” sólo en las Vírgenes de Coromoto y Guadalupe
“Mariofanía” sólo en las Vírgenes de Coromoto y Guadalupe
Lo que tradicionalmente llamábamos la “reliquia” de la Virgen de Coromoto, hoy se sabe que no es reliquia, sino una “Mariofanía”, es decir, una “Manifestación de la Virgen Viva”. Los únicos casos de apariciones en el mundo en los que la Virgen ha dejado no sólo testigos, sino también testimonios físicos son: Guadalupe en México y Coromoto en Venezuela.
Ambos son conocidos como países con fuertes culturas matriarcales, sin ser casualidad que la Virgen, Madre de Dios y de los hombres, es la intercesora por excelencia, de sus hijos ante el Padre de los cielos. La Coromoto es conocida también como “la Virgen del Agua”, ya que envía a los testigos de su aparición a Bautizarse. Es además, la única aparición reportada que ocurre a una Familia completa (El Cacique Coromoto de la Tribu Los Cospes, su mujer, su cuñada Isabel. Tribu indígena que habitaba en la región, los Cospes), y en el proceso de restauración de la imagen han ocurrido varios eventos y se han descubierto varios hallazgos.
Manifestaciones y Hallazgos en el proceso de restauración de la imagen
Hay que acotar que la imagen mide tan sólo 2 cms. de ancho x 2,5 cms. de alto. Durante su restauración han estado involucrados, además de representantes de la Iglesia y el equipo de restauradores, respetados profesionales de diferentes disciplinas científicas: antropólogos, historiadores, médicos, etc. Todo ha estado permanentemente documentado mediante filmaciones, autorizado por la jerarquía de la Iglesia venezolana y bajo conocimiento del Vaticano:
El relicario estaba sellado y los restauradores no podían abrirlo… de repente se abrió sólo.
La imagen, además de manchada y muy deteriorada, estaba pegada al vidrio del relicario que la contenía. Sin manipularla ni aplicar químicos, comenzó a desprenderse sola. Al medir el PH del soporte y contenedor, encontraron acidez, todo estaba contaminado, excepto la imagen, que se mantiene con un ph neutro.
La primera etapa de restauración estaba prevista completarla en 3 a 7 semanas. Sin explicación científica posible, comenzó a auto-restaurarse (las partes faltantes se fueron completando) en 6 días, y el proceso de auto-restauración ha continuado, mostrando nuevos hallazgos cada vez que se expone a microscopios de alta resolución. La tinta que define la imagen no está adherida al papel, es decir, no lo penetra, sino que flota sobre él (coincidiendo con el hallazgo en la tilma de la Virgen de Guadalupe).
Se devela un rostro sonriente en la cara de la Virgen, de una mujer muy joven, adolescente, delgada, de rasgos finos, delicados y serenos.
Los hallazgos en los ojos han creado gran sorpresa e impacto en la comunidad científica, ya que no existen explicaciones humanamente posibles:
El ojo izquierdo posee iris, cristalino, retina. En él se refleja una figura humana. En el ojo derecho hay células epiteliales de un ojo humano vivo. El iris tiene forma de mapa de Venezuela, y en el centro del mapa está la imagen de Jesús. (Hay que acotar que Venezuela es el único país del mundo consagrado al Santísimo Sacramento del Altar y al Sagrado Corazón de Jesús).
La corona sobre su cabeza es un penacho indígena, lo que se ve detrás como fondo de la imagen es el interior de una choza indígena. Las columnas a los lados son representadas en tejido de cestería indígena. Sobre ellas hay palabras en arameo, entre las cuales se ha traducido “La Mujer más Grande Llena de Gracia”.
En el penacho aparecen imágenes de la Virgen en algunas de las diferentes advocaciones que se le conocen, así como la flor de lis, símbolo mariano sagrado.
La nariz tiene forma de barco sobre el mar, y coincide con imagen de la Batalla de Lepanto, en la que el rezo del rosario fue el arma más poderosa para vencer. - En la frente aparece una constelación de estrellas, que indica la posición de las mismas en el cielo el día y hora de su aparición (coinciden con la fecha 8 de septiembre de 1652 y la hora: 6:30 pm).
En su cabello aparece la planimetría de lo que es el actual templo votivo (Basílica) de la Virgen de Coromoto en Guanare.
En la auto-restauración lo último que ha aparecido es la imagen de la carita del Niño Jesús, encontrándose que el rostro de carne humana, o sea no es tela o algodón como podría pensarse, sino “piel humana”.
Los próximos pasos son obtener la certificación del Vaticano, para comenzar a hacer la difusión de los hallazgos a nivel mundial.
Otras manifestaciones:
Las mariposas amarillas que aparecían en Guanare (Guanare, también conocida como «Guanaguanare», fundada como Villa del Valle del Espíritu Santo de San Juan de Guanaguanare, es la capital del Estado Portuguesa, en Venezuela) cerca del lugar de aparición de la Virgen, en cuyas alas estaba grabada la fecha de su aparición (8 en un ala y 9 en la otra) han vuelto a aparecer en fechas cercanas a sus festividades. También en Caracas, fieles a la Virgen reportan haber estado rezando a la Virgen con muchísima fe y al poco tiempo ver revolotear mariposas a su alrededor. Algunos las han conservado y puede verse claramente la impresión de la fecha en las alas.
Conclusiones:
-Los venezolanos aún no estamos conscientes de que Guanare es Tierra Santa. La Madre de Dios vino del cielo y quiso quedarse aquí (por alguna razón hemos sido un pueblo elegido). En las cosas más pequeñas está la grandeza de Dios. Así como la Virgen se restaura, Venezuela se restaura.
-Una vez más se cumple que “allí donde abunda el pecado, sobreabunda la Gracia”. Podemos repetir frecuentemente y con mucha fe la jaculatoria: “Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, renueva la fe en toda la extensión de nuestra Patria''.
El presente relato es una síntesis de la Charla escuchada el sábado 16 de mayo de 2015 en la Iglesia de La Tahona, Caracas. Dictada por Pablo González, uno de los miembros del equipo restaurador.
Y gracias a Norka Madrid de Armand quien me hizo llegar el texto. Muy agradecida,
La Virgen de Coromoto
Menos conocido que el caso de la Virgen de Guadalupe, del que también habremos de hablar Dios mediante, es el de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, cuya festividad se celebra el 11 de septiembre.
En 1651, el cacique Coromoto cruzaba un río junto a su mujer y observaron a una Señora muy bella que les dijo que fueran a ver a los españoles para que les echaran agua sobre la cabeza a fin de que pudieran ir al Cielo. Al poco rato pasó por allí un español llamado Juan Sánchez, y Coromoto le contó lo que le acababa de pasar. Una semana después, Juan regresó con otros españoles y frailes para catequizarlos.
Llevaron a los indios a un lugar cercano, donde les repartieron tierras y los ayudaron a instalarse para civilizarlos. Muchos indios se bautizaron, pero Coromoto extrañaba la vida en libertad de la selva y no se adaptaba a la vida en un pueblo. Cuando se disponía a huir, se le apareció la Virgen otra vez, mientras se encontraba junto a su mujer, su cuñada y el sobrino de ésta. Coromoto tomó una fMenos conocido que el caso de la Virgen de Guadalupe, del que también habremos de hablar Dios mediante, es el de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, cuya festividad se celebra el 11 de septiembre.
En 1651, el cacique Coromoto cruzaba un río junto a su mujer y observaron a una Señora muy bella que les dijo que fueran a ver a los españoles para que les echaran agua sobre la cabeza a fin de que pudieran ir al Cielo. Al poco rato pasó por allí un español llamado Juan Sánchez, y Coromoto le contó lo que le acababa de pasar. Una semana después, Juan regresó con otros españoles y frailes para catequizarlos. Llevaron a los indios a un lugar cercano, donde les repartieron tierras y los ayudaron a instalarse para civilizarlos. Muchos indios se bautizaron, pero Coromoto extrañaba la vida en libertad de la selva y no se adaptaba a la vida en un pueblo.
Cuando se disponía a huir, se le apareció la Virgen otra vez, mientras se encontraba junto a su mujer, su cuñada y el sobrino de ésta. Coromoto tomó una flecha y apuntó con el arco a la Virgen, a la que disparó mientras se le acercaba, pero Ella desapareció dejándole en la mano una pequeña imagen suya estampada en un trocito de tela. Aquella tarde los indios estaban reunidos rezando, y el cacique no estaba con ellos.
La Virgen se le apareció otra vez a la puerta de su choza, inundándola de rayos de luz. El sobrino de la cuñada de Coromoto avisó a Juan Sánchez, que fue y recogió el trocito de tela con la imagen de la Virgen. Le puso una vela, que ardió desde el día siguiente (domingo) hasta la tarde del martes sin consumirse, lo cual se consideró milagroso.
El cacique huyó a la selva, donde lo mordió una serpiente venenosa. Pidió a gritos el bautismo, y lo bautizó alguien que pasaba por allí. Murió poco después, no sin pedir a los indígenas que se bautizaran. Desde entonces, la devoción a Nuestra Señora de Coromoto está muy arraigada en Venezuela y el nombre de Coromoto ha pasado a ser femenino y es frecuente en el país caribeño.
Aquí tenemos un ejemplo más de tantos en que Nuestra Señor intervino milagrosamente para que la evangelización despegara con ímpetu en tierras americanas, como con la Virgen de Guadalupe en México, la de Itatí en la provincia de Corrientes (Mesopotamia Argentina) y otras más.
La imagen de tela de Nuestra Señora es una imagen aqueirópita, es decir no pintada por mano humana, al igual que en el caso de la tilma de Guadalupe, la Sábana Santa de Turín y el Santo Rostro de Manopello. Mide apenas 2,5 x 2 cm (después se han hecho imágenes pictóricas y de talla, más grandes como es natural).
Es la única aparición que se conoce, junto con la de Guadalupe, en que la Virgen deja un testimonio físico. No es una reliquia, sino una mariofanía, una manifestación viva de la Virgen. Está viva y presente. Y de forma parecida al caso de Guadalupe, parece que el ojo fuera el de una persona viva. En Guadalupe se pudo observar con oftalmoscopio, pero en la de Coromoto el ojo se tuvo que mirar con microscopio, dado lo diminuto de su tamaño. Es más pequeños que la cabeza de un alfiler, y aun así da la impresión de que te está mirando.
Se observó un punto de luz en la imagen del ojo, que al ampliarlo dejó ver a un hombre con la cabeza agachada, el puño cerrado y el brazo estirado y parte del otro brazo. Coincide con el testimonio de la india Isabel de cuando el cacique atacó a la Virgen y se quedó con la imagen en la mano.
Antes de la restauración estaba muy deteriorada. La imagen tenía una mancha marrón de óxido que cubría parte de la cara e impedía verla, y tenía además hongos, porque durante mucho tiempo no estuvo protegida tras un vidrio. Hasta hubo un sacerdote que instauró el beso semanal a la Virgen.Otro milagro es que la restauración debería haber durado entre tres y cinco semanas y duró seis días, quedando en perfecto estado. Además, estaba adherida al vidrio, y lo normal es que se hubiera roto al intentar despegarla, que era una de las cosas que más temían los restauradores. Calculaban que necesitarían siete horas para separarlos, y bastaron 18 minutos.
En 6 días, la imagen estuvo totalmente restaurada, y con apenas agua, sin necesidad de limpiarla con productos químicos. Aunque el aspecto se muestra algo desgastado, ahora tenemos la misma imagen que Ella dejó originalmente en 1652.
Así como los pigmentos de la imagen de Guadalupe nunca penetraron en la tilma, tampoco las de Coromoto el papel. La imagen es de un trazo único y una misma densidad; imposible de pintar por mano humana.
La Virgen no está sentada en un trono ni enmarcada por un arco sobre columnas como es habitual entre nosotros. Tiene por fondo el interior de la choza del indio Coromoto. La Virgen escoge material propio de la región: ágave en México y tela de algodón en Venezuela. La corona y el Niño son típicamente indígenas. Así como Cristo se encarnó y se hizo uno de nosotros, la Virgen también aparece y se manifiesta según los pueblos y lugares.
Por ser verdaderamente Madre de todos los hombres, verdaderamente católica (o sea, universal) no aparece nunca como una extraña, sino como su Madre que es.
lecha y apuntó con el arco a la Virgen, a la que disparó mientras se le acercaba, pero Ella desapareció dejándole en la mano una pequeña imagen suya estampada en un trocito de tela. Aquella tarde los indios estaban reunidos rezando, y el cacique no estaba con ellos.
La Virgen se le apareció otra vez a la puerta de su choza, inundándola de rayos de luz. El sobrino de la cuñada de Coromoto avisó a Juan Sánchez, que fue y recogió el trocito de tela con la imagen de la Virgen. Le puso una vela, que ardió desde el día siguiente (domingo) hasta la tarde del martes sin consumirse, lo cual se consideró milagroso.
El cacique huyó a la selva, donde lo mordió una serpiente venenosa. Pidió a gritos el bautismo, y lo bautizó alguien que pasaba por allí. Murió poco después, no sin pedir a los indígenas que se bautizaran. Desde entonces, la devoción a Nuestra Señora de Coromoto está muy arraigada en Venezuela y el nombre de Coromoto ha pasado a ser femenino y es frecuente en el país caribeño.
Aquí tenemos un ejemplo más de tantos en que Nuestra Señor intervino milagrosamente para que la evangelización despegara con ímpetu en tierras americanas, como con la Virgen de Guadalupe en México, la de Itatí en la provincia de Corrientes (Mesopotamia Argentina) y otras más.
La imagen de tela de Nuestra Señora es una imagen aqueirópita, es decir no pintada por mano humana, al igual que en el caso de la tilma de Guadalupe, la Sábana Santa de Turín y el Santo Rostro de Manopello. Mide apenas 2,5 x 2 cm (después se han hecho imágenes pictóricas y de talla, más grandes como es natural).
Es la única aparición que se conoce, junto con la de Guadalupe, en que la Virgen deja un testimonio físico. No es una reliquia, sino una mariofanía, una manifestación viva de la Virgen. Está viva y presente. Y de forma parecida al caso de Guadalupe, parece que el ojo fuera el de una persona viva. En Guadalupe se pudo observar con oftalmoscopio, pero en la de Coromoto el ojo se tuvo que mirar con microscopio, dado lo diminuto de su tamaño. Es más pequeños que la cabeza de un alfiler, y aun así da la impresión de que te está mirando.
Se observó un punto de luz en la imagen del ojo, que al ampliarlo dejó ver a un hombre con la cabeza agachada, el puño cerrado y el brazo estirado y parte del otro brazo. Coincide con el testimonio de la india Isabel de cuando el cacique atacó a la Virgen y se quedó con la imagen en la mano.
Antes de la restauración estaba muy deteriorada. La imagen tenía una mancha marrón de óxido que cubría parte de la cara e impedía verla, y tenía además hongos, porque durante mucho tiempo no estuvo protegida tras un vidrio. Hasta hubo un sacerdote que instauró el beso semanal a la Virgen.Otro milagro es que la restauración debería haber durado entre tres y cinco semanas y duró seis días, quedando en perfecto estado. Además, estaba adherida al vidrio, y lo normal es que se hubiera roto al intentar despegarla, que era una de las cosas que más temían los restauradores.
Calculaban que necesitarían siete horas para separarlos, y bastaron 18 minutos. En 6 días, la imagen estuvo totalmente restaurada, y con apenas agua, sin necesidad de limpiarla con productos químicos. Aunque el aspecto se muestra algo desgastado, ahora tenemos la misma imagen que Ella dejó originalmente en 1652.
Así como los pigmentos de la imagen de Guadalupe nunca penetraron en la tilma, tampoco las de Coromoto el papel. La imagen es de un trazo único y una misma densidad; imposible de pintar por mano humana.
La Virgen no está sentada en un trono ni enmarcada por un arco sobre columnas como es habitual entre nosotros. Tiene por fondo el interior de la choza del Indio Coromoto. La Virgen escoge material propio de la región: ágave en México y tela de algodón en Venezuela. La corona y el Niño son típicamente indígenas. Así como Cristo se encarnó y se hizo uno de nosotros, la Virgen también aparece y se manifiesta según los pueblos y lugares. Por ser verdaderamente Madre de todos los hombres, verdaderamente católica (o sea, universal) no aparece nunca como una extraña, sino como su Madre que es.
Comentarios
Espero que tengas salud y que te repongas con la dieta que estás haciendo...Gracias a Dios porque allá la puedes hacer.
Estoy escribiendo mis cuentos y espero publicar mi tercer libro el aço entrante, si Dios me lo permite. Tú no has leído ninguno pero eso lo vamos a resolver. Por los momentos te voy a colocar acá el enlace para el blog de un amigo donde publiqué LA BALALAIKA EL GUARDASPALDAS Y EL MAESTRO. Si puedes, coméntale y dile desde donde escribes. https://robertomolinares.blogspot.com/
Ah...otra cosa. Luego de este comentario, voy a hacer otro donde te voy a dejar mi whasapp. Comentario que puedes destruir luego de que lo copies y compruebes que está en tu teléfono, al mejor estilo de MISIÓN IMPOSIBLE otra cosa...No dejes de visitar a tigrero.